En el caso de Villamayor y Arregui tendría que ver con el interés del cartismo de tener personas más cercanas en los estamentos de seguridad. Respecto al ministro del Interior, sus buenas relaciones con las autoridades de seguridad del Brasil no serían bien vistas por el entorno del expresidente Cartes.
Con relación al exfiscal Arregui, desde el primer momento de su designación, trascendió la molestia que motivó esto en el cartismo, ya que había malas relaciones previas debido a su labor en el Ministerio Público.
Inclusive, se llegó a anunciar que la decisión del cartismo de dejar de lado el respaldo al juicio político tenía como contrapartida la destitución de Arregui, lo cual finalmente no se cumplió.
Respecto al senador Friedmann existe un directo e indisimulado enfrentamiento con Cartes, desde que era gobernador del Guairá. El ahora legislador responsabilizó al líder Honor Colorado de la trama que casi lo excluyó de la Gobernación. En ese tiempo, Friedmann se pasó al movimiento Añetete.
Como si no fuera suficiente, Friedmann fue posteriormente convocado a jurar como senador titular, pese a no haber sido proclamado por la Justicia Electoral, en reemplazo de Cartes, con el argumento de que este no podía asumir, debido a su condición de expresidente de la República.
En el caso de Friedmann, la exigencia sería que renuncie a su cargo y sea convocado un suplente.