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Homilía del segundo día del Novenario en Caacupé

A continuación reproducimos la homilía completa del segundo día (viernes 29), de la novena en honor a la Virgen de Caacupé, con el Tema: La paz, la justicia y la comunión como signos de la esperanza: “La promoción de la paz, la justicia y la comunión son expresiones concretas de nuestra esperanza cristiana. Acompáñenos lo manifestado por el Monseñor Joaquín Robledo, Obispo de San Lorenzo

2024-11-29 07:55:25 / Nacionales
Homilía del segundo día del Novenario en Caacupé

 

 

SEGUNDO DIA DEL NOVENARIO  

Preside: Mons. Joaquín Robledo, Obispo de San Lorenzo 

Tema: La paz, la justicia y la comunión como signos de la esperanza: “La promoción de la paz, la justicia y la comunión son expresiones concretas de nuestra esperanza cristiana reflejando el Reino de Dios aquí en la tierra”   

 

Hermanos y hermanas: al acercarse la fiesta de nuestra Madre, la Virgen de los Milagros de Caacupé venimos a ella con fe y devoción. Acudimos para saludarla, encender una vela como símbolo de nuestra gratitud, o pedirle intercesión en nuestras necesidades. Venimos como peregrinos de la esperanza, confiando en la protección de nuestra Madre y, como ella, dejándonos guiar por la acción transformadora del Espíritu Santo. 

 

  A las puertas del Jubileo 2025, el Año Santo, y habiendo vivido la experiencia enriquecedora de una Iglesia sinodal, comenzamos el novenario en honor a la Virgen de los Milagros de Caacupé. El tema que nos ocupa hoy es: La paz, la justicia y la comunión como signos de esperanza. 

 

   En la primera lectura tomada del libro del Apocalipsis (20, 1-4. 11-21,2) se nos presenta un mensaje de esperanza. El triunfo del mal por muy aparente que sea no determinará el final de la historia. Nunca ha podido impedir que los testigos, los mártires pudieran llevar adelante la evangelización. Satanás fracasó en su atentado contra el Hijo de Dios, no ha podido destruir al Pueblo de Dios. Dios lleva adelante su plan de salvación en el mundo.  

   El Apóstol Juan ha anunciado proféticamente el triunfo de Dios. La profecía del libro del Apocalipsis es un mensaje de esperanza. “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva” … “Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén que descendía del cielo y venía de Dios…” . La visión de San Juan nos muestra que Dios, en su fidelidad, guía la historia hacia la victoria definitiva del bien. La nueva Jerusalén, que desciende del cielo, representa el cumplimiento del plan salvífico de Dios. Esta lectura nos invita a confiar en que, a pesar de las dificultades, la esperanza en el Señor es inquebrantable. 

 

   El Evangelio de San Lucas (21, 29-33) nos presenta los signos del final del tiempo. Por un lado, nos encontramos abiertos al futuro, avanzamos hacia lo que siempre es mayor, y por otro lado nos sentimos limitados por la muerte. En esta situación nos encontramos ante el misterio de Dios que es plenitud de amor. Sin embargo, el signo definitivo de la historia es la verdad de la muerte y resurrección de Cristo. El Evangelio nos anuncia la cercanía cualitativa del fin. Se trata de saber que cada día de la historia estamos abiertos al final y que estamos rodeados del misterio del amor de Dios.  

   Cuando los tiempos se vuelven duros y la perversidad se manifiesta en los hombres, debe encenderse la esperanza de que el fin de este mundo está cerca. Lo importante es saber que, en todo momento, la verdad de la pasión, muerte y resurrección de Jesús nos fundamenta desde dentro y nos otorga una esperanza indestructible. Jesús proclama la exigencia del amor, siembra la esperanza, muere y resucita. “Cuando vean que suceden estas cosas, sepan que está cerca el Reino de Dios”. 

 

La Paz: Una Necesidad Permanente 

 

   La paz es más que la ausencia de conflicto; es una tarea permanente. Tenemos necesidad de paz, con uno mismo y con los demás, paz en la familia, en el ámbito social y político. Hoy en nuestro país enfrentamos desafíos graves: 

  • La violencia afecta nuestras comunidades, desde el maltrato doméstico hasta los casos de alarma de desapariciones de niñas, niños y adolescentes. Según la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia, en solo dos años desaparecieron 2.621 menores (Última Hora 24 nov 2024 digital; Informe de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia de Paraguay (CDIA)). 

 

 

  • La Iglesia acompaña el clamor del que sufre. En noviembre de 2022, el Señor Cardenal Adalberto Martínez ha pedido justicia y acciones concretas para encontrar a los niños desaparecidos. Estas situaciones nos interpelan a fomentar una cultura del buen trato y una cultura del cuidado, promoviendo la paz a través de la justicia 

 

La Justicia: Una Exigencia del Reino de Dios 

 

Son injusticias que claman al cielo. La explotación de los más vulnerables, el abuso de poder que lleva a abusos sexuales, y espirituales ocasionando daños irreparables y sufrimientos indecibles. Exige justicia y reparación.  

  La corrupción, que excluye a los más pobres, y la indiferencia hacia los derechos de los pueblos indígenas, quienes viven en condiciones de extrema pobreza, son heridas profundas en nuestra sociedad. La corrupción a nivel político y civil, se piensa más en uno mismo y se excluye de los bienes creados a los más pobres.  

  Como nos recuerda el Concilio Vaticano II, " Es necesario fortalecer la justicia porque sin justicia no hay paz, la paz es obra de la justicia" (GS 78). Hemos de trabajar por la justicia social que promueva el respeto hacia lo buscando la paz y la fraternidad cristiana.    

 

La Comunión: Caminando Juntos en Esperanza 

 

   La experiencia sinodal que hemos vivido nos ha llevado nos ha enseñado a caminar juntos, para llevar adelante la misión. Se nos pide salir, ir a la misión viviendo la experiencia de la comunión y de la fraternidad; buscando construir puentes en lugar de muros. Así podremos lograr un cambio en nuestra vida cristiana y ayudar a crecer a la comunidad. 

 

   El Papa Francisco en la Bula de Convocación del Jubileo 2025 nos habla de la esperanza. Nos pide que seamos peregrinos de la esperanza. Nos pide que seamos signos de esperanza en la comunidad humana. Nos invita a caminar juntos renovando nuestra esperanza y nuestro compromiso y a vivir los valores del Reino.  

   Hemos visto signos de esperanza cuando nuestros hermanos laicos marcharon y defendieron la familia, la vida, la educación en valores contra las ideologías de muerte. Esto es promover la paz y la justicia en nuestro mundo. Hemos visto signos de esperanza y comunión cuando jóvenes y adultos han tomado la iniciativa cuidando la naturaleza y el agua limpiando los cauces de los arroyos, reparando y construyendo puentes. Son signos de esperanza y comunión cuando se han hecho solidarios con los pobres y débiles. El mismo Papa Francisco cita en la Bula que los mismos jóvenes son signos de esperanza cuando forman una familia y fundan un hogar.   

 

Hermanos: La Eucaristía que celebramos alimente nuestra fe, esperanza y caridad.  Y que la Virgen de los Milagros de Caacupé nos ayude a trabajar por la Paz. La justicia y la comunión; signos vivos de la esperanza que Cristo nos llama a sembrar en nuestro entorno. Pongamos nuestra fe en acción.  Que la Virgen nos acompañe en nuestro caminar y seamos como ella signos de esperanza para nuestros hermanos.  

 

 

Fuente : Prensa Caacupe 2024.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                                                       


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