Chile canceló ayer el encuentro de líderes del Foro de Cooperación del Asia-Pacífico (APEC) y la cumbre mundial del clima de la ONU COP25, que iban a celebrarse en Santiago en pocas semanas, ante el estallido social que sacude al país más estable de América Latina.
Las masivas manifestaciones y las protestas contra la desigualdad y el Gobierno, que han dejado una veintena de muertos, se llevaron por delante la intensa agenda internacional del Ejecutivo en la recta final del año. “Nuestro Gobierno, con profundo dolor porque este es un dolor para Chile, resolvió no realizar la cumbre de APEC que estaba programada para el mes de noviembre y tampoco la COP25, que estaba programada para el mes de diciembre”, dijo Piñera en una declaración pública.
La cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) estaba prevista para el 16 y 17 de noviembre, mientras que la conferencia contra el cambio climático COP25 se iba a realizar del 2 al 13 de diciembre. Piñera dijo que se trata de una difícil y dolorosa decisión que adoptó para poner el foco de acción del Gobierno en resolver la delicada situación que atraviesa su país. “Como presidente de todos los chilenos, tengo siempre que poner los problemas y los intereses de los chilenos, sus necesidades, sus anhelos y sus esperanzas, primeros en la fila”, manifestó.
Entre esas prioridades, el mandatario destacó restablecer el orden público y la paz social, e impulsar la agenda social que presentó la semana pasada para tratar de descomprimir la presión en las calles de Chile.